Jemini Vs. Satchurator.

Ibanez JEMINI

vs

Vox SATCHURATOR

Regresamos con una comparativa entre dos modelos que comparten muchos puntos en común: se trata de los dos pedales signature de dos de los guitarristas más influyentes y conocidos del panorama musical y guitarrero desde hace años, Steve Vai y Joe Satriani. Ambos pedales han salido al mercado aproximadamente en las mismas fechas y probablemente, dado el tirón de estos dos guitarristas, van a venderse bastante bien. Desde GORG y con la inestimable ayuda de nuestro patrocinador Organigrama, hemos procedido a diseccionarlos a fondo y ver qué tienen que ofrecernos. Incluso es probable que seamos los primeros en mostrároslos por dentro, no hay mucho material aún por ahí y nadie ha abierto y documentado ninguno aún. Así que vamos a ello.

Ibanez JEMINI Distortion

Desde hace bastante tiempo se le ha visto a Steve Vai en el suelo sobre todo un DS-1 y un Turbo Tube Screamer: el primero de ellos lo ha usado casi siempre como booster sucio del canal saturado del Legacy, principalmente para las partes más melódicas y lentas. Esto es debido a que el DS-1 según él no permite un encadenamiento de notas demasiado rápido, con lo cual dejaba el Turbo Tube Screamer para esas partes más rápidas y complicadas. Y esos dos pedales se supone que son la base del nuevo Jemini Distortion: un sonido más tipo Tube Screamer a la izquierda y otro similar al DS-1 a la derecha, ambos supuestamente personalizados según el gusto de Vai. Vamos a verlos en detalle:

Acabado tipo swirl, el Jemini presenta una construcción bastante sólida, un fácil manejo y un inconfundible estilo, muy en la onda de Vai. Lo primero que llama la atención es que los potenciómetros se iluminan cuando se activa cada canal (verde en el overdrive y rojo en la distorsión). Tiene un pequeño switch en el frontal para dos grados de iluminación, siendo uno de ellos el modo "ahorro" para no malgastar la batería. Ambos canales no se pueden activar a la vez, es decir, cuando se pisa uno salta el otro y viceversa, es una de las cosas que deben ser muy prácticas para Vai pero hubiera estado bien que se pudieran conectar simultáneamente y hacer mezclas interesantes. Pero bueno, es su signature y es lo que hay, vamos a ver cómo suena.

El canal overdrive recuerda muchísimo a un Tube Screamer, quizá con algo más de ganancia, aunque no demasiada (un 10-15%, por ahí debe andar la cosa). El tipo de grano, sustain, tratamiento de los medios, etc., todo ello es muy tubescrimesco, valga el palabro, pero algo más suavizado. Suena muy agradable, la verdad, muy dulce, nada de motosierras ruidosas, aunque no le falta su puntillo de mala leche para ser un overdrive suave. El control de tono es levemente distinto al de un Tube Screamer, aunque también pega el subidón de agudos en el último cuarto de vuelta, en eso se parece bastante al Tube Screamer de toda la vida. Nos gustó muchísimo a pelo sobre un canal limpio y el tono a cero, daba un sonido oscurito, cremoso y muy fluido. Pudiera estar basado en el Turbo Tube Screamer de Keeley, usado muchísimo por Vai, no sería de extrañar que ese sonido esté muy próximo a la versión de Keeley.

El canal de distorsión es parecido al de un DS-1 pero con un control de tono mejorado que no peca de ese exceso de agudos inherente al clásico de Boss y que hace que mucha gente no suela situarlo más allá de las nueve en punto. En este caso puedes subir tranquilamente el control de tono a las doce o más que no se va a volver tan agudo como el DS-1 original. Por otro lado, este canal limpia bastante bien al bajar el volumen de la guitarra, teniendo en cuenta que tiene bastante saque, se puede jugar bastante con eso y conseguir sonidos más blueseros y dinámicos, dependiendo de la guitarra y el ampli, como es lógico. En teoría Vai ha usado mucho tiempo el DS-1 sin modificar, tal como viene de stock, precisamente por ese incremento de agudos que tiene el DS-1 que se puede comprar en cualquier tienda. También hay muchos comentarios y rumores sobre las modificaciones de Keeley y su uso por parte de Vai, pero la verdad es que no se le han visto demasiados Seeyig Eye o Ultra en lo alto del escenario (al contrario que el Turbo Tube Screamer Keeley, que sí que se le ha visto en numerosas ocasiones). Si Robert Keeley lo dice así será pero desde luego ha debido usar sus modificaciones del DS-1 más en estudio que en directo. Volviendo a ese control de tono, según decía el propio Vai, al usarlo de booster le gustaban esos agudos del pedal sin modificar y su efecto en el canal saturado del ampli. Ya más adelante empezó a usar el modelo modificado por AnalogMan, mucho más dulce y compensado: por cómo suena el canal de distorsión del Jemini, podemos suponer que está más cercano en cuanto a sonido a la Mod Pro de AnalogMan que al DS-1 original.

La construcción del pedal, como hemos dicho, es bastante robusta y todo -a excepción de los potenciómetros- parece más o menos sólido. Quisimos adentrarnos en las tripas y verlo por dentro, así que uno de los amigos de Organigrama, que tenía a mano un destornillador, dijo "pues nada, al lío..."

 

Pues sí, es lo primero que llama la atención: ¿por qué Ibanez deja un interior acabado de esa manera? A ver, esto no significa que el pedal no suene (que sí que lo hace, suena muy bien) pero ya que nos ponemos, ¿por qué no dejamos la placa sin esas trazas por todos lados y bien limpita? No sabemos si esto es cosa de esta unidad en concreto o si todas vienen así pero eso es lo que nos encontramos. Como podéis ver, jacks y switches vienen separados de la placa principal y, por otro lado, ésta última se mezclan componentes SMD con componentes de tamaño normal, vamos a darle la vuelta y veámoslos:

Podéis ver aquí lo que os comentábamos, componentes normales (electros, transistores, diodos, etc. ) y de montaje superficial (resistencias sobre todo) en la placa. Más de cerca aún:

Justo en esta imagen podéis ver la configuración de potenciómetros:

Es decir, no se ve nada de nada porque llevan un blindaje alrededor...

El pedal no es True Bypass pero no hemos notado que robe demasiada señal de la guitarra. Lleva un ingenioso sistema para el cambio de pila, un pequeño pulsador que abre la tapa automáticamente, click, click y abierto...

Pues bien, terminamos aquí nuestro acercamiento al Jemini Distortion, un pedal que sin duda hará las delicias de los seguidores de Steve Vai. Eso sí, el pedal no sé si os hará tocar como él, por lo menos conmigo no lo ha conseguido...

Vox Satchurator

Según parece, Joe satriani, tras años usando DS-1 vintage japoneses, se cansó de andar buscando componentes de reemplazo para sus unidades originales, ya que dichos componentes suelen estar descatalogados y obsoletos y son prácticamente imposibles de encontrar (Joe personalmente modificaba levemente sus DS-1, le va al hombre el olor a estaño, ja, ja). Por otra parte suponemos que Vox y muchos más fabricantes también le habrían ofrecido desde hace ya algún tiempo un suculento contrato por llevar su nombre en una línea de pedales, así que por la razón que fuere, llegó a un acuerdo con Vox para meter su sonido actual en una cajita signature. Y el resultado es el Satchurator, vamos a verlo en detalle.

He aquí el cacharrín por fuera (la verdad es que es bonito y elegante):

Qué raro que no lo hayan hecho cromado...

Acabado en un rojo muy vistoso y con knobs chickenhead de estilo muy vintagero, el satchurator presenta un canal principal de distorsión con la configuración típica de volumen, tono y ganancia, un switch rotulado con "more" y un miniswitch llamado "pad". El sonido base es muy, muy similar al Boss vintage, incluyendo el control de tono. Joe siempre configuraba los DS-1 de forma que sacaba toda la ganancia del pedal, montándolo sobre el canal limpio del Marshall y con toneledas de volumen: volumen cuadrado con la señal sin efecto, tono a las nueve en punto y distorsión arriba del todo. Poniendo el Satchurator de ese modo suena a Satriani por donde lo mires (mejor dicho, "por donde lo escuches") y reparte ganancia por todos lados, sonido Satriani total. El control de "more" es un booster no demasiado fuerte, por si en algún momento te falta un poco de aire. Si el pedal está configurado con poco gain sube la señal y si tienes mucho en el control de ganancia, añade una pizca más, como cualquier booster. El control de "pad" es un adaptador de impedancias en el caso de que usemos efectos sin True Bypass delante del pedal, como un wah, por ejemplo. Tampoco este pedal es True Bypass, aunque esto era de esperar sabiendo que a Joe le gusta el tipo de carga de los pedales con buffer.

Vamos a abrirlo:

Los switches van montados a una placa y accionados por un muelle. Por fuera parecen 3pdt pero no lo son. Los jacks van soldados directamente a la placa, aunque parece todo más o menos sólido, no debe ser ningún problema:

En general el aspecto relativamente "boutiquero" que tiene por fuera no se corresponde con el interior, aunque tampoco se puede decir que esté mal hecho. Simplemente, por 100 € mal contados no puedes pretender la calidad de un Fulltone o un Xotic y esto es lo que hay (no SMD).

Nos ha gustado mucho el carácter "melódico" del pedal, suena a Satriani por donde lo cojas, en especial los temas más lentos. Aunque ojo, zumba de lo lindo si le subes la distorsión. Tiene un punto más de versatilidad que un Boss DS-1 por el control de "more" y el "pad", requisitos que pidió Joe a Vox durante el diseño del aparato. También limpia muy bien cuando se usa el volumen de la guitarra y en líneas generales es un pedal muy personal, muy signature, que puede no gustar a todo el mundo sobre todo por los agudos del control de tono (como veíamos antes el Jemini tiene el tono más dulcificado y aprovechable). Desde luego, manteniendo el tono a las 9-10 tiene un tonazo y un sonido muy grueso y, con el booster, la cantidad de texturas que se pueden conseguir es muy amplio.

Bueno, pues esto es todo por el momento. Esperamos que os sirva de ayuda si estáis interesados en raparos al cero o en llenar vuestras guitarras de chicle rosa () y os pilláis alguno de los dos. Hemos querido ser de los primeros -o los primeros- en enseñároslos por dentro, en hacerle una breve revisión y aquí están. Queremos desde GORG por supuesto agradecerle a nuestro patrocinador Organigrama la ayuda y el soporte prestado para este mini-artículo, la verdad es que así da gusto hacer las cosas y no hubiéramos podido hacer nada sin su colaboración y disponibilidad. Un diez para ellos.

Nos vemos en la próxima...