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Vie, 11/11/2016 - 18:59 - 4 comentariosDisco recomendado: Tatoo - Rory Gallagher
El disco recomendado de hoy es de un artista del cual me resultaría dificilísimo elegir uno de sus trabajos como el mejor, a no ser que dejase que me embargasen los recuerdos emocionales que tuve el día que descubrí este “Tatoo” de Rory Gallagher.
Toda crítica debe tener su corazoncito, dejémonos de imparcialidades; este disco es una joya en todos los sentidos, sobre todo para amantes de los sonidos que alternan entre el blues y el rock de raíces.
El irlandés Rory Gallagher quizá no sea conocido por ese público que se queda con los artistas mas representativos de cada estilo, sin embargo ni es desconocido ni vendió pocos discos en su carrera; Fue -y a pesar de su muerte lo sigue siendo - un músico muy respetado y querido, aunque poco dado a las excentricidades, era una bestia en el escenario, pero fuera de él era una persona humilde y accesible.
“Tatoo” fue grabado en verano de 1973 y publicado el 11 de noviembre de ese mismo año, en febrero se lanzó un trabajo llamado “Blueprint”, y para el cuarto y siguiente álbum, que es este “Tattoo”, Rory contó con la misma formación:
- Rory Gallagher - Guitarra, voz, armónica, saxofón y mandolina
- Gerry McAvoy - Bajo
- Lou Martin - Teclado y acordeón
- Rod de'Ath - Batería y percusión
Aunque Rory Gallagher sentía predilección por el sonido típico de trío, le encantaba el sonido del teclado, de ahí que lo incorporase en “Blueprint” y en “Tattoo” decidiese mantenerlo.
Además de su faceta como instrumentista, cabe destacar el talento compositor de Gallagher, las 9 canciones del disco son cosa suya; En la edición remasterizada, que salió a la venta el año 2000, se incluyeron un par de temas de otros artistas, correspondientes a las mismas sesiones de grabación.
Arranca el disco con unos 20 segundos de sonidos misteriosos que acaban con un sonido de acordeón y de repente estalla “Tattoo'd Lady”, una canción épica, aunque definir esta canción sin evocar lo que sentí la primera vez que la escuché en la radio me resulta complicado.
Un tema de rock irrepetible, como podría ser el archiconocido “Layla” en su versión original; Solo por esta canción ya merecía la pena pagar el precio, recuerdo que cuando la escuché no supe quien era el artista que sonaba ni cual era el titulo; me costó bastante tiempo encontrar el disco -con lo fácil que resulta ahora con internet-, y creo que me cansé de tararearla para que alguien me diese alguna pista adicional, al menos la espera mereció la pena.
Desde esta primera canción nos daremos cuenta de que, en este disco, ningún tema dura menos de 4 minutos, y para muestra la segunda canción “Cradle Rock” (6:15), energía desbordante, un riff hipnótico al estilo John Lee Hooker, acompañado de ese ritmo selvático característico de Bo Diddley -maracas incluidas-, Rory se explaya a gusto con el slide y la armónica.
Como suele pasar con los grandes, siempre hay capacidad para la sorpresa, justo cuando esperas otro trallazo, llega un delicioso "20:20 Vision”, un acústico a caballo entre el folk y el boogie woogie a medio gas.
A continuación otra canción sorprendente "They Don't Make Them Like You Anymore”, una fusión entre jazz, rock y blues, que suena excelente. Llegados a este punto es difícil que no ames este disco, independientemente de lo que venga después.
"Livin' Like a Trucker" es una de sus canciones mas solicitadas en directo, en ella apreciamos ciertas influencias de Jimi Hendrix (quien consideraba a Rory como un gran guitarrista), con Wah-wah incluido.
Resulta difícil ubicar canciones como Livin’ Like a Trucker" y “Sleep on a Clothes Line" en un estilo concreto, pues están llenas de matices, riffs blueseros, cambios de velocidad y sutilezas que se alejan bastante de las típicas canciones de 3 acordes. Si ya es difícil describir una canción con palabras, en estos casos se hace prácticamente imposible, lo mejor que se puede hacer es escucharlas ¡Lógico!
En la recta final, como antepenúltima, esta “Who´s that coming”, la canción que mas dura en el disco, que empieza evocando el sonido del blues del delta, ya que Rory comienza tocando un dobro con slide, hasta que, de repente, se hace la electricidad, entonces el riff de slide eléctrico flirtea con la armónica, dando una sonoridad que marcó estilo para grupos que vendrían décadas después, como es el caso de los Black Crowes.
"A Million Miles Away" es una canción intimista, con cierto aire melancólico, escrito en tonalidad menor pero a pesar de todo con fuerza y con desgarro, y en el aire flota cierto y lejano parecido con “The Wind Cries Mary”, como si esta se hubiera cruzado con una versión de “The house of rising sun” que a su vez se ha cruzado con “Need you” de Lynyrd skynyrd, y no mento a los Lynyrd por casualidad, pues “Admit it”, que es la que cierra el disco, tiene también mucho parecido con alguna de las canciones del grupo estandarte del rock sureño, claro que estamos hablando de grupos y canciones contemporáneas, a las que suponemos influencias comunes.
El disco oficial llega hasta aquí, aunque, como he comentado antes, en la versión remasterizada que se publicó en el año 2000 encontramos dos composiciones de otros artistas:
“Tucson, Arizona”, es una canción del grandísimo Link Wray, que lejos de sus sonidos rugientes y cargados de fuzz, compuso esta balada country para su disco “Be What You Want To” publicado también en 1973.
Una preciosa melodía que da un giro a la interpretación de Rory, dandole todavía mas matices de los que ya tiene en todo el disco.
Y “Just A Little Bit”, que tal y como indica en las notas del CD, viene de una jam sesión a altas horas de la madrugada, en la época del famoso ‘Irish Tour’, en la que moldean a su antojo el tema que grabase en 1959 Rosco Gordon.
Si no conoces a Rory Gallagher este disco es un perfecto punto de partida ¡No te arrepentirás!
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